Abogado Aviles

Abogado Aviles

WIN WIN

Empieza el mes de septiembre y, como suelen recordar los medios de comunicación en estas fechas, es un mes en el que mucha gente toma la decisión de divorciarse, probablemente después de un verano en el que se convive mucho más con la pareja tras un año centrados en el trabajo, hijos, etc

Por este motivo he decidido dedicar este primer post después del verano a hacer hincapié en la importancia de enfocar lo mejor posible el divorcio de forma que lo que es una decisión muy importante y que marcará nuestro futuro y el de nuestros hijos nos haga el menor daño posible.

Creo que en la mayoría de los casos un divorcio de mutuo acuerdo es lo ideal, siempre que se trate de un mutuo acuerdo no forzado, sino querido por ambos cónyuges, pues cuando se redacta un convenio regulador y uno lo acepta a regañadientes para finalizar el procedimiento cuanto antes, más pronto que tarde se comienzan a encadenar ejecuciones de sentencia por incumplimiento de lo pactado.

Creo que para plantear bien el divorcio el cliente debe hacer un planteamiento de lo que quiere, conocer de forma realista las posibilidades que tiene de conseguirlo y valorar aquello en lo que podría ceder para alcanzar un acuerdo y recordar que para obtener un acuerdo satisfactorio para ambos es inevitable ceder en ciertos puntos de forma que ambos ganen, el famoso “win-win” de toda negociación.

Muchas veces el cliente viene “a por todas” y no desea ni siquiera valorar la posibilidad de iniciar un proceso de negociación con la otra parte y creo que es deber del abogado explicarle las diferencias entre el procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo y el contencioso, el coste de ambos, las posibilidades realistas de obtener lo que pretende y la mejor forma de tramitar el procedimiento para que no se convierta en una guerra para ambos y por extensión para sus hijos, si los tienen.

Como en todo en la vida no se puede generalizar y hay ciertos supuestos en los que el acuerdo es inviable por la postura del otro cónyuge y no queda más remedio que tramitar por la vía contenciosa la disolución del matrimonio. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estoy convencida de que si le dedicamos tiempo al asunto se puede lograr alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambos.